04 de septiembre de 2024
Por Ivaldo Pereira, gerente general de TOTVS México.
México se encuentra en un momento crucial en su evolución tecnológica, en la cual la transformación digital es indispensable para mejorar la competitividad de nuestras empresas y el bienestar social. Sin embargo, para consolidar este proceso, es esencial realizar inversiones sustanciales en investigación y desarrollo (I+D).
Según datos de la Unesco, México está entre los países con menor inversión en I+D, destinando solo el 0.27% del PIB, una cifra inferior al de otros países latinos, como Brasil (1.15%), Argentina (0.52%) y Chile (0.33%). Estos son números muy por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (2.95%) y significativamente distante de Israel, que lidera con un 5.56%.
La inversión en I+D no es un gasto, sino una estrategia que garantiza un retorno multiplicado. Al fomentar la innovación, crear nuevos productos y servicios, y desarrollar talento especializado, estamos cimentando un futuro más próspero.
Actualmente, México cuenta con más de 43 mil investigadores reconocidos por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, quienes trabajan en diversas áreas del conocimiento, desde la salud y las ciencias sociales, hasta las ciencias exactas y naturales. Sin embargo, el país solo dispone de 27 instituciones científicas y tecnológicas públicas que abarcan distintas disciplinas. Estos números evidencian el considerable rezago en México, pero también destacan el inmenso potencial de crecimiento que puede alcanzarse con el apoyo adecuado.
Para el sector tecnológico, específicamente, la I+D es el motor que impulsa la innovación y el crecimiento, desempeñando un papel fundamental en varios aspectos clave, como:
En TOTVS, estamos comprometidos con impulsar la innovación en México. Nuestras inversiones en I+D han permitido desarrollar soluciones tecnológicas que optimizan procesos empresariales, mejoran la eficiencia y facilitan la toma de decisiones más inteligentes. Inclusive, en los últimos cinco años hemos destinado más de USD 600 millones a la investigación y desarrollo.
Creemos firmemente en la colaboración dentro del ecosistema de innovación mexicano, lo que nos ha llevado a establecer un centro de desarrollo en la ciudad de Querétaro, además de los que operamos en Brasil, donde lideramos proyectos de investigación, desarrollo e innovación alineados con los desafíos específicos de los sectores económicos y países que atendemos. En estos laboratorios trabajamos estrechamente con clientes, socios y centros de desarrollo asociados, para mejorar continuamente la experiencia del usuario.
Para que México se consolide como un referente en innovación tecnológica, es vital que tanto el sector privado como el gobierno intensifiquen sus esfuerzos en I+D. Las empresas deben destinar más recursos a la creación de productos y servicios innovadores, promoviendo una cultura de innovación. Al mismo tiempo, el gobierno debe diseñar políticas que incentiven la inversión en I+D, faciliten el acceso al financiamiento y promuevan la colaboración entre los distintos actores del ecosistema de innovación. Las academias, por su parte, deben fortalecer sus programas de investigación y formar profesionales altamente capacitados para enfrentar los desafíos del futuro.
Solo a través de un esfuerzo conjunto podemos avanzar con mayor rapidez, reconociendo siempre que la inversión en I+D es la clave para construir un México más próspero, justo y sostenible.